En el caso de Villareal, dice la cadena, fue puesto a convivir con una familia en condiciones que él describe ahora como “poco seguras” y recibía muy poco de comer. Según el joven “No fue para nada lo que me imaginé que sería vivir en E.U”.
Otro de los jóvenes fue ubicado en una casa donde cohabitó con ex convictos por cargos de tráfico de drogas. Lo más grave es que se trata de un programa de intercambio que financia el Departamento de Estado, aunque lo administra la fundación Aspect, basada en California.
El Departamento de Estado reconoció ayer el problema y ha ordenado una investigación al respecto.
El Tiempo, 16/07/09, pág. 1-22. Sergio Gómez Maseri.